Sobre mi

Laila, redactora y vagabunda del Dharma,
dejo escurrir el resplandor del cosmos,
me expando hacia las diez direcciones
para encontrar mi significado profundo
en cualquier sitio.
¿Quien se atreve a definirme?
soy aquella que nunca duerme.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Piel


Algo estaba a punto de inquietarla.Un rayo desbarató la organización perfecta de pensamientos.
Aunque su imaginación era imparable, ni una sombra en la cara muestra el fuego cruzado que pasa por su cabeza. ¿Qué pasa si algún día comete un acto irreversible? – shh, habíamos quedado en no pensar en eso-
Él se acercó y hubo un viraje: el telón se corrió y el Gran Mago de Oz fue sólo una loquita haciendo luces detrás de una cortina. Ella miraba a los costados, no quería que vea las lágrimas ardiendo en sus ojos.Sonreía en seriedad, tratando de mantener el delicado equilibrio. ¿Hasta qué limite es capaz de reirse? Hasta la muerte.
El seguía ahí, cada vez más cerca, mirándola con esos ojos que profetizan un alma hermosa.
Así que son dos entonces, ese sentimiento cálido, esa pasión que desborda y crea una especie de refugio, una átmosfera; el amor, o ciertos momentos del amor.Y está bien. Quién puede juzgar que esto no es realmente hermoso.
Las lágrimas cayeron como torrentes y esa mujer llena de palabras se transformó en un ser real.
Laila

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